Precepto 21: Florece y Prospera
21. FLORECE Y PROSPERA.1
A veces otros tratan de aplastarlo a uno, de minimizar sus sueños y esperanzas, su futuro y a su persona.
Poniéndonos en ridículo y por muchos otros medios, las personas malintencionadas pueden tratar de llevarnos a la ruina.
Por la razón que sea, nuestros esfuerzos por mejorar, por ser más felices en la vida, se pueden volver el blanco de ataques.
A veces es necesario encargarse de esto directamente. Pero existe una manera de resolverlo a largo plazo que rara vez falla.
¿Qué es con exactitud lo que estas personas tratan de hacernos? Tratan de empujarnos a una posición inferior.
Deben pensar que somos peligrosos para ellas en alguna forma; deben creer que si progresáramos en el mundo, eso sería una amenaza para ellas. Por eso tratan de minimizar nuestro talento y capacidad de diversas formas.
Algunos dementes incluso tienen un plan general que dice: “Si A tiene más éxito, puede ser una amenaza para mí; por lo tanto, debo hacer todo lo posible para lograr que A tenga menos éxito”. Al parecer, nunca se les ha ocurrido que sus acciones podrían convertir a A en su enemigo, aunque no lo haya sido antes. Podría decirse que esta es una forma casi segura en que estos dementes se meten en problemas; algunos lo hacen sólo por prejuicio o porque “alguien les desagrada”.
Pero, sin importar cómo traten de hacerlo, su verdadero propósito, como tal, es hacer que la persona que es su objetivo se empequeñezca y fracase en la vida.
La manera de resolver realmente esta situación y de manejar a estas personas, la manera de vencerlas es florecer y prosperar.
Ah sí, es cierto que tales personas, al ver que uno mejora su suerte, pueden ponerse frenéticas y atacar con más fuerza. Lo que hay que hacer es encargarse de ellas si uno debe hacerlo, pero no dejar de florecer y prosperar, ya que eso es lo que tales personas quisieran que hicieras.
Si floreces y prosperas cada vez más, tales personas caerán en apatía al respecto: pueden darse por vencidas completamente.
Si nuestras metas en la vida valen la pena, si las llevamos a cabo teniendo en cuenta los preceptos de este libro, si florecemos y prosperamos, con toda seguridad saldremos vencedores. Y con optimismo, sin dañar un solo cabello de sus cabezas.
Y ese es mi deseo para ti:
¡florece y prospera!